Para conseguir lo que deseas, sólo necesitas hacer dos cosas:

1. Piensa qué debes hacer para conseguirlo.

2. Haz las cosas que debes hacer para conseguirlo.

Suena sencillo, pero es difícil para muchas personas.  Les cuesta hacer lo que deben hacer.

Creen que les faltan la disciplina o fuerza de voluntad.

Si eres una de esas personas, te diré dos técnicas efectivas para lograr hacer lo que debes hacer.

Estas técnicas te ayudarán a tener buenos hábitos, eliminar hábitos indeseable, hacer más las cosas que son buenas para ti.

Y sobre todo, te facilitan lograr tu meta.

Si decides hacer algo, piensa cuándo (y dónde y cómo, si es posible) lo harás

El cerebro humano en cierto sentido es similar a un ordenador (computadora), necesita instrucciones precisas.

Cuando programas tu ordenador para hacer algo (por ejemplo: hacer una copia de seguridad), debes decirle cuándo:

Puedes decirle que lo haga de inmediato, o en un tiempo futuro.

Si es en el futuro, debes decirle cuándo.

Si no especificas cuándo, el ordenador rechaza tu instrucción con un mensaje como “Debes escoger la hora de la operación”.

Supongamos que dices a tu ordenador que haga algo, pero no indica cuándo, y el sistema acepta esta instrucción por algún error de software (bug), tu orden nunca se ejecutará.

Ya que nunca llega la hora para su ejecución, sencillamente porque nunca se especificó la hora.

En muchos lenguajes de programación se ejecuta una orden con la instrucción de IF – THEN, que significa SI – ENTONCES.

Por ejemplo: IF (es 11:00 p.m.) THEN (hacer copia de seguridad).

Y curiosamente esta instrucción de SI – ENTONCES se usa también en la psicología.  Es una herramienta poderosa para lograr hacer lo que uno debe hacer.

Esta técnica se llama intención de implementación.  Fue formulada por el psicólogo Peter Gollwitzer.

Una intención de implementación consiste en la frase SI (ocurre tal situación) ENTONCES (realizaré tal acción)

Ejemplo: SI siento deseo de fumar, ENTONCES mastico un chicle.

Para describir una situación en forma muy específica, podemos indicar cuándo, dónde y cómo.

Por ejemplo:  Si decides hacer ejercicio, puedes pensar: “Cuando me levanto cada mañana a las 6:00, estando en mi habitación, me pondré ropa deportiva y salgo a correr por 30 minutos”.

Numerosos estudios han comprobado la eficacia de la intención de implementación.

Por ejemplo: en este estudio Gollwitzer pidió a los estudiantes que escribieran un reporte sobre cómo pasaron su fiesta navideña, y le enviaran el reporte 48 horas antes de la Nochebuena.

A la mitad de los estudiantes les pidió que escribieran cuándo, dónde y cómo iban a hacer su reporte.

A la otra mitad, no les pidió que hicieran esta intención de implementación.

El resultado: 3/4 de los estudiantes que hicieron el plan de cuándo, dónde y cómo enviaron puntualmente el reporte.

Y sólo ¼ del otro grupo lo hicieron.

Con la intención de implementación aumentó la probabilidad de hacer lo que debían hacer en un 300%.

Cómo aplicar la intención de implementación

Cuándo decides hacer algo, piensa cuándo, dónde y cómo lo harás.

Muchas veces no es necesario incluir todas las 3 especificaciones.

Pero puedes hacerlo si quieres.  Mientras más detalles especifiques, mejor resultado obtendrás.

Para indicar “cuándo”, no siempre hay que decir la hora.  Puedes indicar el tiempo con referencia a otra actividad («antes de cepillarme, me paso el hilo dental»).

Algunos ejemplos de intención de implementación:

Después de levantarme por la mañana a las 6:00, medito 20 minutos sobre la silla de mi escritorio.

Estudio inglés en mi habitación con Instituto de Lenguas Online después de la cena.

Iré al gimnasio lunes y miércoles después de salir de mi oficina; el sábado a las 10:00 a.m.

Haré un comentario tan pronto mi jefe termine su charla en la reunión de mañana.

Llamaré a mi mamá desde el teléfono de mi habitación a las 9:00 este domingo.

Cuándo haces una intención de implementación, puedes decirla en tu mente.

Pero obtendrás mejor resultado si la escribes.

En el documento “Mi propósito de vida”, te dije que escribieras una lista de las actividades que debes realizar para lograr tu meta.

Debes escribir cada actividad indicando cuándo la harás (y dónde y cómo, si es posible).

Esto realmente es una intención de implementación.

Además debes escribir el “diario de mi meta”: anota las cosas que has hecho en el día, y las que vas a hacer el próximo día para lograr tu meta.

Cuando escribes las actividades que vas a realizar, es bueno utilizar el formato de intención de implementación para obtener mejor resultado.

¿Por qué funciona la intención de implementación?

Como dije antes, el cerebro humano es algo similar a un ordenador, funciona mejor con las instrucciones precisas.

Hay varias razones por las que la intención de implementación funciona:

1. Si especificas cuándo y dónde harás una cosa, la hora y el lugar sirven de recordatorio.  Te recuerdan que deben hacer tal cosa.

2. Sin especificar cuándo harás una cosa, tiendes a posponerla: Aunque recuerdes que debes hacer algo, lo dejas para después.

Ya que no hay hora específica para la acción, puedes hacerla más tarde: lo haré cuándo tengo más tiempo, cuando mi mente está más despierta, cuando me dé las ganas, cuando termino de vaguear en Internet, etc.

3. Esto es quizás la razón más importante: Al especificar cuándo, dónde y cómo, en realidad está aplicando una técnica que he recomendado en numerosas ocasiones:

Cuando el profesor Gollwitzer pregunta a un estudiante cuándo hará su reporte, éste tendrá que imaginar la hora en su mente. Algunos quizás visualizan brevemente un reloj con la hora en su mente.

Luego pregunta “¿Y dónde lo harás?”: el estudiante ve en su mente el lugar preciso donde trabajará en su reporte.

Ahora pregunta “¿Cómo lo harás?”: entonces el estudiante tiene que imaginar cómo estará trabajando en el reporte.

¿Sabes qué técnica está aplicando este estudiante?

Si pudiste adivinarlo, ¡eres muy listo!  Por favor, dime que lo hiciste dejando un comentario al final de este artículo.

La técnica que está aplicando el estudiante (sin darse cuenta) es Ensayo Mental, una herramienta poderosa para mejorar el desempeño o recordar lo que debe hacer.

Utiliza el Ensayo Mental para hacer lo que debes hacer

Si la intención de implementación es en realidad un Ensayo Mental breve que uno practica sin darse cuenta, es obvio que podemos obtener un resultado aún mejor si hacemos efectivamente una sesión de Ensayo Mental:

Cuando decides hacer algo, piensa o escribe una intención de implementación, indicando cuándo, dónde y cómo lo hará.

Luego cierra los ojos y haz un Ensayo Mental: imagina que estás ejecutando la acción que deseas, a la hora indicada (puedes ver la hora en un reloj en tu mente).

Ve y siente el lugar donde realizarás esta acción.  Escucha los sonidos del lugar.

Ejecutas la acción en tu mente exactamente como deberás ejecutar en la vida real.

Si haces esto, es prácticamente seguro que lo harás de verdad en la vida real, cuando llegue la hora prevista, en el lugar previsto.

Conclusión

Para lograr lo que deseas, piensa qué cosas debes hacer para lograrlo.

Luego haz las cosas que debes hacer para lograrlo.

Para hacer las cosas que debes hacer, piensa cuándo, dónde y cómo lo harás.

Dilo en tu mente; o mejor aún, escríbelo.

Esto aumenta grandemente tu probabilidad de hacer lo que debes hacer.

Para obtener un resultado aún mejor, haz un Ensayo Mental: imagina que llegada la hora prevista, en el lugar previsto, estás haciendo la cosa que debes hacer, exactamente en la forma como deseas hacerla.

…

¿Puedes pensar en una intención de implementación para aplicar en alguna situación en tu vida?

Escríbela en el Comentario abajo para ver qué opinan los demás lectores sobre tu intención de implementación.